Partir de cero (o casi)
El comienzo de año es tiempo de arrancar con buenas intenciones. No te faltará la motivación y el empuje. Pero a veces, el exceso de empuje se puede volver en tu contra. Si hablamos de deporte, demasiado entusiasmo mal gestionado puede acabar en lesión o en abandono prematuro de la actividad. Ahí van unos consejos para que llegues a diciembre orgulloso de los cambios que has conseguido:
Escoge una actividad que realmente te motive y que encaje con tu día a día. Si te empeñas en correr y cada zancada es una agonía, será más difícil ser constante. Si quieres hacer triatlón pero apenas tienes tiempo para conciliar trabajo y familia, busca un solo deporte.
Sé consciente de tu nivel actual y entrena acorde a él. A partir de ese punto inicial, avanza con una progresión lógica.
En la medida de lo posible, dedica presupuesto a material de calidad. Ropa adecuada para el clima de tu zona, un pulsómetro, visita el fisio cada x tiempo, cuota del gimnasio o, mejor aún, contrata un entrenador personal ;)
Nada como tener un objetivo concreto para entrenar con regularidad. Este objetivo, aunque suponga un reto, ha de ser alcanzable. Por ejemplo, si estás empezando a escalar ¿probarías una vía 8a? Si estás empezando a correr no pienses ya en un maratón.
Teniendo un objetivo, traza un plan para alcanzarlo y reúne los medios necesarios para su consecución. La satisfacción de cumplir con lo establecido es elevada y los resultados llegarán sí o sí.
Valora como se merecen tus progresos y tus éxitos. No seas un sargento contigo mismo si las cosas no salen como esperabas o si te saltas algún entrenamiento. Se flexible para adaptarte a circunstancias que aparezcan y escapen de tu control. El deporte es diversión, no lo olvides.
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