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3 buenos hábitos en el desayuno

Arranca el curso más raro que hemos vivido nunca: incertidumbre, locura de horarios, falta de orden. ¿Te resulta familiar? Ante esta situación impredecible te recomiendo introducir buenos hábitos que te ayuden a mantener una rutina saludable dentro de este caos. Seguro que así la vuelta te resulta un poco menos complicada.

El desayuno suele ser un momento peligroso a nivel nutricional: bollería, galletas, cereales azucarados, yogures de sabores, mermeladas, margarinas, zumos, cacao soluble azucarado, y un largo etc. Con estos tres sencillos hábitos puedes mejorar de forma considerable esta comida del día.

1. Toma fruta entera: la mañana es un momento excelente para introducir una pieza entera de fruta por varios motivos:

-Te ayudará a que el desayuno sea más saciante gracias a su fibra, su agua y al volumen extra que ocupará en el estómago.

-Ya estás tomando algo dulce (sabor que suele apetecer por las mañanas, momento en el que el azúcar en sangre suele estar más bajo).

-Aumentas la fruta diaria total: a veces no encontramos momentos de meter más fruta a lo largo del día. Este hábito te ayudará a cubrir tus 3-4 raciones de fruta al día.

2. Desconfía de los productos industriales “especialmente diseñados” para el desayuno: si en el paquete del producto se recalca que es un cereal de desayuno, galleta de desayuno, cacao azucarado soluble, crema de chocolate para untar de desayuno, yogur bebible para el desayuno, barritas de cereales para el desayuno, etc. En un elevado porcentaje de casos, son productos ricos en azúcares libres, grasas de mala calidad, harinas refinadas, aditivos en exceso, etc. Mira bien la etiqueta de información nutricional y si ves que su composición no es muy saludable, mejor dejarlos en el estante del súper.

3.Incluye algo de proteína de calidad: si en el desayuno abundan los hidratos simples y azúcares, es probable que en pocas horas vuelvas a sentir la necesidad de comer algo. Un desayuno completo debería saciarte hasta prácticamente la hora de la comida, 5-6 horas después de realizarlo. Pero ¿Cómo meto proteína? Yogur de soja, frutos secos, tofu revuelto, un poco de humus, crema de cacahuete son sólo algunos ejemplos. Elige aquellas fuentes que más te apetezcan, pero que sean de calidad.

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